domingo, 22 de junio de 2008

LILÍ MUÑOZ



Corrimientos

Fue
retener por las hojas la alameda
y en mis manos tus manos
todo el río.
Aullar entre silencios
saboreando la risa.

En mitad de la sombra
las mil grullas danzaron en brazos de tus sauces.

Locos de azules locos
caminamos de pie por las confluencias

Después
ya sin después y sin navegaciones
corrimos las cortinas
en la cara de dios.
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Lilí Muñoz. Nace en Victoria, Entre Ríos. Vive en la ciudad de Neuquén. Ha publicado dentro y fuera del país, narrativa: Cueva de la Barda y otros relatos, 1997; Clara de Huevo, 2001; Pupilas del desierto, 2003; poesía: Catedral de Pinares, 1999 y Puro limón y azúcar, 2006; ensayo, Decires de cobreazul, (coautoría), 1990; Mitos y leyendas de la comarca: ¿hijos de un dios menor?, 2004 y Formas del discurso, (coautoría), 2004, 2ª ed.2008; dramática: De vino, mujeres y poesía, (coautoría), 2001; adapt. (coautoría) El Gigante Amapolas, de J.B.Alberdi, 2005; Pasto Verde, 2007. Han incluido su escritura en Antologías de Argentina, España, Perú, Chile, Uruguay, Colombia, Brasil, México, Canadá, EE.UU. y Cuba.

Profesora de Castellano, Literatura y Latín, Instituto del Profesorado de Paraná; Profesora en Letras y Especialista en Literatura Hispanoamericana del Siglo XX, UNCo; Especialista y Magíster en Didáctica, UBA, es docente en el Dpto. de Arte Dramático del Instituto Universitario Patagónico de Arte y en el Profesorado de Lengua y Literatura del Instituto Superior San Agustín, ambos de Gral.Roca, Río Negro. Co-coordino el Taller de Lectura del Café del MNBA Neuquén. Desarrollo emprendimientos culturales, seminarios y talleres de Literatura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bellísimo poema, querida Lilí. Acabo de descubrir una Poeta nueva. Siempre leo sus publicaciones, pero en este poema hay algo que me atrapa, que me conmueve, que me regala otra Lilí, con un manejo de la ternura y la sensualidad que han calado hondo en mi alma.
Felicitaciones
Un abrazo
Alicia Perrig

Anónimo dijo...

HOLA LILÍ
Saborear lo grato de la vida, a sabiendas que Dios si estuvo.
¡hermoso!
Anahi duzevich Bezoz